07/06/2016
Históricamente se ha considerado que en la participación política, y
especialmente en el derecho de sufragio, reside la esencia última de la
ciudadanía en un Estado democrático. La participación política ha tenido
que pasar por un largo proceso para superar las restricciones que
excluían de la misma a determinados colectivos sociales por razón de
género, raza o posición socioeconómica. Sin embargo, los Estados han
sido tradicionalmente refractarios a la hora de permitir que ese proceso
inclusivo llegara a dos perfiles vinculados con las migraciones: las
personas nacionales que residen en el exterior y las extranjeras que
residen en su territorio.....seguir leyendo
"No más exclusiones por
origen nacional/lugar de residencia y no más trabas burocráticas como el
“voto rogado”. En definitiva, no más “ciudadanía robada”.
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