Los prejuicios que han llevado a rechazar al inmigrante en muchos
sectores de la sociedad española han calado incluso entre niños y
jóvenes que llegan a decir “cosas terribles”, como que recibirían a
pedradas a quien arriba exhausto en patera, convencidos de que viene a
quitarles lo suyo.
La existencia de actitudes así la ha podido comprobar en un centro
de Secundaria de Gran Canaria el profesor Antonio Lozano, que, al
preguntar a alumnos de 13 y 14 años qué harían de presenciar en una
playa la llegada de chicos como ellos a bordo de una embarcación de
inmigrantes irregulares, obtuvo casi siempre respuestas con un mismo
mensaje: tratar de echarlos de allí.
Esa es la contestación de “la gran mayoría, salvo alguno que dice que
iría a ayudarles y a ver si necesitaban agua o algo: Que les tirarían
piedras, que irían a echarlos o llamarían a la Policía”, asegura a Efe
este docente, que acaba de publicar “Me llamo Suleimán”, una novela
escrita, en parte, por respuestas como esa....seguir leyendo
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